domingo, 20 de noviembre de 2011

Y entonces les echas de menos.

No sé si sera verdad eso que dicen de que con el tiempo la gente cambia.
Que con el tiempo se va perdiendo el contacto con los amigos y una mañana te das cuenta de todo lo que has perdido con el paso de los años, que vale que a muchos de los que fueron tus amigos les veras por la calle, y os parareis a hablar y acordareis un día para tomaros un café, pero... ¿Que pasa con los otros?, ¿Que pasa con aquellos que te hacían reír cada tarde y te felicitaban cuando llegaba la navidad o tu cumpleaños?, ¿Que pasa con aquellos a los que defendiste, que te cubrieron las espaldas cuando estabas en peligro?, ¿Que pasa con aquellos con los que te hiciste cientos y cientos de fotos, y te hacían reír cuando estabas mal, mientras te secaban las lagrimas?, ¿Que pasa con aquellos de los que poco a poco te alejaste y que tanto te quisieron?.
Y de repente al recordar todos los momentos que viviste con ellos, te levantas de un salto de la cama y te pones a buscar como loco en tu agenda, y en las guías de teléfono sus nombres o sus apellidos, buscas hasta en el periódico a ver si se da la casualidad de que al pasar una de las hojas encontraras allí su foto con un boleto de lotería, o con un premio en la mano por haber salvado a alguien, simplemente buscas algo que te haga saber que están bien  que son felices...
Pero no consigues encontrar nada, solo consigues ponerte triste y entonces para aliviar el dolor que te acaba de producir esa lluvia de recuerdos, piensas que posiblemente no viváis en la misma ciudad y por eso no encuentras sus nombres en la guía ni te los encuentras por la calle, ni les haya tocado ningún premio importante y por eso no aparecen en el periódico, y entonces algo dentro de ti te dice, que ellos también se acuerdan de ti, y te echan de menos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario